
LA IMPLANTACIÓN Y DESARROLLO DEL PEQUEÑO COMERCIO, A EXAMEN
El alumnado del certificado de profesionalidad Actividades de gestión del pequeño comercio se examina hoy del módulo formativo Implantación y desarrollo del pequeño comercio, un bloque formativo que no solo evalúa competencias técnicas, sino que acerca a los futuros profesionales a la realidad de emprender y gestionar un establecimiento comercial.
Este módulo constituye un eje fundamental dentro del itinerario formativo, ya que prepara al alumnado para comprender y aplicar los elementos esenciales del diseño, planificación y puesta en marcha de un pequeño comercio, desde la elección de la ubicación hasta la estrategia de apertura, identidad visual, análisis de mercado y promoción inicial.
Durante el desarrollo del módulo, los participantes han trabajado con herramientas de análisis como el DAFO, desarrollado la misión y visión de un proyecto comercial y planificado estrategias de diferenciación, posicionamiento y fidelización de clientes. A través de simulaciones prácticas y elaboración de proyectos, el alumnado ha aprendido a integrar conocimientos de marketing, gestión económica y visual merchandising en un entorno realista.
La formación combina teoría con práctica, lo que supone una experiencia directa con la toma de decisiones empresariales, la planificación estratégica y la propuesta de valor diferenciada. Este enfoque resulta clave para fomentar el espíritu emprendedor y mejorar la empleabilidad, tanto por cuenta propia como ajena.
La importancia de este módulo radica en que ofrece una visión completa de cómo se articula un pequeño comercio desde sus cimientos. En un contexto donde el comercio local se posiciona como motor económico y social de los barrios, formar profesionales con criterio, capacidad de análisis y sensibilidad hacia la sostenibilidad y el entorno es una apuesta de futuro.
La superación de este módulo es necesaria para la obtención del certificado de profesionalidad, y representa una de las fases más enriquecedoras del proceso formativo, ya que permite al alumnado aplicar lo aprendido en un entorno simulado con proyección real.
La dirección del centro formativo y el equipo docente destacan el compromiso del alumnado, así como el valor de acercar la formación a escenarios que simulan situaciones profesionales reales, lo que convierte el aula en un espacio de emprendimiento, reflexión y acción.