
LOS ALUMNOS DE AGRICULTURA ECOLÓGICA REALIZAN LA PLANTACIÓN DE HORTALIZAS DE INVIERNO
La plantación de hortalizas de invierno en el área operativa del laberinto ecológico constituye un elemento clave dentro del proyecto formativa. En este espacio, el docente aborda los distintos ciclos naturales y el funcionamiento de la agricultura sostenible, la planificación específica teniendo en cuenta las condiciones climáticas del invierno, la conservación del suelo y los ritmos de rotación ecológica.
Previamente a la plantación, se realiza una valoración del estado del suelo tras las labores de otoño. Este proceso ha incluido: el aireado superficial para evitar la compactación; la aportación de compost maduro para enriquecer la materia orgánica y la actividad microbiana y la delimitación de bancales para mejorar la accesibilidad y prevenir la erosión.
Las hortalizas elegidas son resistentes a temperaturas bajas, poseen ciclos de crecimiento compatibles con la estación y permiten actividades formativas continuas. Entre las especies seleccionadas destacan: acelga; cebolla y ajos; habas; espinacas; lechugas de invierno; brócoli y coliflor y guisantes.
Esta diversidad no solo garantiza una mejor gestión agrícola, sino que ofrece oportunidades pedagógicas amplias para observar ritmos de crecimiento, estructuras vegetales y necesidades hídricas diferenciadas y que los alumnos puedan constatar in situ los conocimientos adquiridos en el certificado.
El proceso se ha organizado en pequeñas tareas distribuidas por grupos, permitiendo la participación ordenada del alumnado. El mantenimiento posterior incluye:
• Control de malas hierbas mediante métodos manuales ecológicos.
• Revisión rigurosa de la humedad, evitando tanto encharcamientos como sequedad excesiva.
• Observación y control de posibles plagas de invierno (caracoles, pulgón temprano), siempre con métodos respetuosos con el ecosistema.
• Registros periódicos sobre el crecimiento, elaborados por el alumnado, que permiten un seguimiento detallado.
Para comprender plenamente el valor de la plantación actual, es esencial considerar la perspectiva de las 60 temporadas, entendidas como unos 15 años de ciclos estacionales consecutivos.
Este marco temporal explica cómo un espacio agrícola ecológico alcanza su madurez y estabilidad plena.
Las 60 temporadas permiten consolidar un ecosistema equilibrado, un suelo fértil y una floración saludable, lo que conduce a cosechas más abundantes, sanas y exitosas. Además, este proceso ofrece un marco pedagógico extraordinario que fomenta en el alumnado la observación, la responsabilidad ambiental y la comprensión profunda del ciclo agrícola.


