
EL ABONADO ECOLÓGICO: UN TEMA CLAVE EN LA FORMACIÓN DE LOS DE LOS FUTUROS PROFESIONALES DE LA AGRICULTURA SOSTENIBLE
La huerta ecológica del programa T´Avalem, cofinanciado por el Fondo Social Europeo, acoge estos días una intensa actividad práctica por parte del alumnado del módulo AGAU0108 Agricultura Ecológica, centrado en el manejo de técnicas de abonado en agricultura ecológica.
En el marco de este módulo formativo, los estudiantes están aplicando abono ecológico a las hortalizas y frutales plantados en la zona de actuación, un aprendizaje esencial para garantizar la salud del suelo, la calidad de los cultivos y la sostenibilidad del sistema agrario.
Durante el trabajo práctico, los alumnos no solo conocen las distintas variedades de abonos ecológicos disponibles —como el compost, estiércol maduro, humus de lombriz o abonos verdes—, sino que también aprenden a dosificar correctamente la mezcla de fertilizante y agua, en función de las necesidades específicas de cada cultivo y del estado del suelo.
Esta práctica es fundamental para garantizar un equilibrio nutricional adecuado sin comprometer los principios ecológicos que rigen este tipo de agricultura.
El dominio de estas técnicas es de vital importancia en agricultura ecológica, donde no se permite el uso de productos químicos de síntesis. Por ello, conocer cómo nutrir el suelo y las plantas mediante métodos naturales no solo mejora el rendimiento y la salud de los cultivos, sino que también protege los ecosistemas y promueve una agricultura más respetuosa con el medio ambiente.
La formación práctica en el abonado ecológico permite a los alumnos comprender la función esencial de la fertilidad del suelo y cómo gestionarla de forma sostenible. Este conocimiento es básico para cualquier profesional que quiera dedicarse a la agricultura ecológica con garantías.
Esta acción forma parte de un enfoque integral de enseñanza, donde los estudiantes desarrollan competencias prácticas, técnicas y teóricas que les permitirán afrontar los retos de un modelo agrario cada vez más comprometido con la sostenibilidad, la biodiversidad y la salud alimentaria.
Esta materia es, por tanto, un pilar clave en la preparación de futuros profesionales capaces de aplicar criterios agroecológicos en todas las fases del cultivo, desde la fertilización hasta la cosecha.