
UNA DINÁMICA DE GRUPO REFUERZA LAS MEDICIONES Y EL CÁLCULO DE VOLÚMENES EN EL MÓDULO DE ALBAÑILERÍA
El aprendizaje práctico es una de las mejores formas de asimilar conceptos teóricos, y los alumnos del curso de Albañilería del programa T´Avalem, cofinanciado por el Fondo Social Europeo lo han experimentado de primera mano. Durante esta semana, la docencia de apoyo se ha centrado en reforzar conocimientos matemáticos clave para su formación, como el cálculo de áreas, volúmenes, porcentajes y fracciones.
Para aplicar estos conocimientos en un contexto real, los alumnos han realizado una actividad práctica midiendo la segunda planta del edificio Natiu participando en dos equipos diferenciados. A través de este ejercicio, han podido ver cómo las matemáticas están presentes en su trabajo diario, comprendiendo de manera más clara su importancia en el sector de la construcción. Posteriormente, mientras dos integrantes de cada equipo han dibujado el plano, el resto participaban en un concurso de matemáticas en la pizarra
Esta metodología de enseñanza, que combina teoría y práctica, no solo mejora la comprensión de los conceptos, sino que también ayuda a los alumnos a desarrollar habilidades esenciales para su futuro profesional. Desde el T´Avalem, programa cofinanciado por el Fondo Social Europeo, seguimos apostando por una formación que une conocimiento y experiencia real, preparando a los participantes para los desafíos del mercado laboral.
Este enfoque educativo fomenta una mayor motivación entre los alumnos, ya que les permite visualizar de manera tangible cómo los conceptos matemáticos que estudian en el aula tienen una aplicación directa en su futura profesión.
Medir superficies, calcular volúmenes de materiales y entender proporciones son habilidades fundamentales en la albañilería, y con este tipo de actividades, los alumnos ganan confianza y precisión en su trabajo.
Además, esta iniciativa refuerza el aprendizaje colaborativo, ya que los alumnos trabajan en equipo para resolver problemas y verificar cálculos, simulando situaciones reales en una obra.
De este modo, no solo adquieren conocimientos técnicos, sino que también desarrollan competencias transversales como la comunicación, la organización y el trabajo en equipo, esenciales en el ámbito laboral.
En todo proceso educativo es necesario reforzar y consolidar conocimientos con clases de repaso, tanto teóricas como prácticas.