Iglesia de La Inmaculada
Los patricios nulenses Pedro Juste y su esposa Francisca Gozalbo legaron en su testamento toda su gran hacienda para la fundación de un convento de religiosas carmelitas descalzas hijas de familias de Nules que se dedicaran a la atención a los pobres. El cuantioso legado económico fue suficiente para edificar el convento y mantenerlo.
Empezó la construcción en 1718, un año después de concluirse las obras del otro convento de carmelitas, justo en el otro extremo de la ciudad. Según los planos, ambos serían muy parecidos. La decoración interior también tiene paralelismo con la de la Capilla de La Soledad, lo cual indicaría que los dos edificios fueron trabajados por los mismos maestros de obras y artesanos. Las obras se llevaron a cabo lentamente, y antes de la llegada de las monjas carmelitanas, el edificio se vio afectado por la Desamortización. Una parte del edificio pasó a manos privadas, otra la retuvo el Obispado y otra se donó a la Congregación de los Ancianos Desamparados de Valencia. De este modo, el edificio se tuvo que destinar a usos profanos, como hostal o caballerizas, lo cual acentuó el deterioro del edificio.
En 1954 se deicidio recuperar la memoria del antiguo convento, recuperando las partes que eran propiedad de los Desamparados de Valencia y del Obispado. No así la parte privada, que se destinó a bloques de viviendas. Con la contribución de los fieles se consiguió adecentar la iglesia, que se dedicó al a Inmaculada Concepción.
